Hace unos días tuve un momento único.
Por primera vez en mucho tiempo sentí confianza para hablar desde mi propia voz sobre cómo he vivido la maternidad y mi deseo profundo de seguir desarrollándome profesionalmente. Es una historia larga, compleja y hermosa… y ya la contaré con calma. Hoy solo quiero honrar este instante.
El instante en el que, finalmente, pude decir:
“Estoy lista para expresarme.”
Durante años pensé que ser mamá era una opción “natural”, casi un destino al que no podía resistirme.
¿Fuerte, no?
Pero después de seis años de maternidad, me doy cuenta de que ese “natural” estaba lleno de capas, barreras, expectativas y condicionamientos que no me permitían aceptarla, amarla ni vivirla desde un lugar verdaderamente mío.
Había muchos nudos.
Nudos en mi historia personal, nudos heredados, nudos invisibles que me hicieron sentir —más de una vez— que tenía que elegir entre ser mamá o ser yo.
Y hoy, por primera vez, siento que varios de esos nudos se han aflojado.
No desaparecieron mágicamente, pero sí dejaron de apretarme.
Y al soltarse… mi voz comenzó a fluir.
Hoy sé que inicia una nueva etapa para mí: en mi maternidad, en mi identidad y en mi crecimiento profesional.
Una etapa donde quiero mirar hacia atrás con amor, reconocer lo que me dolió, lo que me frenó, lo que me llenó de miedo o culpa… y también todo lo que me transformó.
Quiero compartirte los momentos que no pude vivir con gozo o conciencia, y quiero mostrarte cómo estoy aprendiendo a hacerlo ahora.
Hoy quiero crear.
Quiero sumar.
Quiero acompañar a las madres que —como yo— están buscando su propio camino desde un lugar más consciente, amoroso y libre.
¿Estás buscando lo mismo?
Si es así, seguro vamos a conectar.
Gracias por leer este día
Apenas empezamos… y vienen muchas páginas nuevas por escribir.